Los caminos de la auto edición son inescrutables.
Y este chico decidió un día imprimir algunas de sus fotos en forma de postales y meterlas todas en una cajita mona, que se vendiera bien por poco dinero. Y efectivamente, recibí este paquete de postales como regalo de cumpleaños atrasado (tres meses atrasado) de una amiga que lo vio "y enseguida pensé en ti".
Cualquiera de nosotros hemos pensado en imprimir y encuadernar nuestras fotos y recorrernos las librerías para dejar unos cuantos ejemplares de nuestro autoeditado libro para que se venda y nuestro trabajo tenga algo de difusión "decente", aunque la verdad es que muy pocos lo han hecho (yo tampoco, aunque no cuento el fanzine FANPHOTO, claro), ya que no suelo ver oportunidades como esta a menudo. Digo "oportunidades" porque por 5€ es ciertamente un lujo tener una muestra del trabajo de un fotógrafo que se ha dedicado de manera casi manual a hacer esto, Si nos imaginamos que esto que adquirimos por tan poco dinero fuera de Andy Warhol o de un jovencísimo Sebastiao Salgado, nos pegaríamos por tener uno en nuestras estanterías.
Pero resulta que el malogrado fotógrafo, que no consigue que una editorial importante fabrique su libro, no es realmente un artista de renombre. Aunque en países como el Reino Unido, conseguir este tipo de objetos es algo casi de culto, y muchos presumen de descubrir pequeños genios entre las estanterías de librerías escondidas en callejones.
Por desgracia, en este país, primero tienes que labrarte un nombre, y luego viene todo lo demás.
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