domingo, 4 de septiembre de 2011

Ground, de Bruno Stevens

El cabrón de Bruno Stevens va y se lleva una Hasselblad a la franja de Gaza, una 38mm y no estoy seguro de si también una de la serie 500 con un par de objetivos (como mucho).

¿Y qué significa esto?
Significa que en medio de la era digital, de las cámaras super rápidas y de los envíos casi en el acto, el tío se va con una cámara con la que tiene que enfocar a mano, revelar los carretes (o enviarlos por correo postal) y disparar las fotos una a una, sin ráfagas, apostando cada vez que disparas a un solo caballo, a una sola escena, arriesgando que se te escape un tipo que pasaba por allí y que estaba gritando con la cara ensangrentada y mirándote, porque estabas entretenido fotografiando la pierna de un niño al que le acaba de caer una bomba, en fin, esas cosas que solo ocurrían hace ya unos veinte años...
(Me refiero a lo de que se te escape una foto, claro).

Aunque también significa que uno va más atento, está "al quite", con la cámara preparada, la luz medida y el dedo en el botón disparador; un dedo nervioso pero dominado por una cabeza que sabe que cada foto pesa (o más bien que cada foto vale 2€) y un corazón que no para de decirle a la cabeza: "¡Ésta!".
Significa que cuando uno dispara, cabeza, corazón (y bolsillo) confluyen en un solo acto y hace que suba la adrenalina de saber que lo estás haciendo bien. No es difícil imaginar a Bruno Stevens emocionado mientras hace fotos.

Para mi gusto, este libro mejora con creces el anterior.
Bruno ha preferido escribir sus exhaustivos pies de foto en un folleto a parte para que nos centremos en la historia que cuenta cada foto.

Esta vez es la franja de Gaza y el conflicto Palestino-Israelí la situación que nos muestra.

Bruno se mete en las vidas de esa gente y nos cuenta desde dentro las cosas que viven para intentar explicar la situación allí; está en sus casas, en sus hospitales, en la calle (porque, a veces, no tienen otro sitio dónde estar y es ahí donde hay que estar), siempre junto a alguien que, con sus actos, le ayude a ir describiendo el rompecabezas entre unos y otros.

Y si dudas: están los pies de foto.

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