Este libro me lo compré en mi visita a Nueva York, impresionado por sus edificios y la potencialidad de sus calles que me empujaba a imaginar que yo también podría hacer un buen reportaje de "Street Photography". Así que para inspirarme me metí en una de las librerías más grandes de la gran manzana... y encontré este pequeño gusano.
Compré este libro.
Me sentí atraído por las fotografías en formato medio y el grandísimo balance de blancos que proporcionan las Hasselblad (probablemente) a las películas de negativo; pero he de decir que después de pasar esa fase técnica, uno quiere sentarse y ver un buen reportaje. En este caso me quedé simplemente con el placer de disfrutar de unas fotos bonitas de Nueva York, vistas desde los propios límites de la ciudad, un argumento que no me resulta suficiente para hilar ninguna historia. El libro sabe a poco.
Técnicamente está bien. Aunque uno no aprende mucho "estudiando" las fotos porque con una cámara así y un trípode no es muy complicado conseguir semejantes positivos.
Espero tener más ojo la próxima vez que elija un libro, aunque este me lo guardo como muestra de lo que uno puede llegar a hacer cuando se queda eclipsado por la cámara que tiene entre manos.
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