domingo, 15 de julio de 2012

Motel Fetish, de Chas Ray Krider

Me ha entusiasmado este trabajo. Estuve hasta altas horas de la noche de ayer mirando este libro, incluso me levantó de la cama para montar el chiringuito y probar a ver si podría hacer yo algo parecido, ¡y podría cualquiera! No es difícil. Chas Ray utiliza una Hasselblad y la luz de varias lámparas (con mampara) que compra baratas y se las lleva a las habitaciones del motel para hacer las fotos, con dos o tres lámparas tiene el temita solucionado, y el balance de blancos de los negativos que usa son para que la luz artificial parezca luz día (ISO100 para tungsteno, o Kodak VC ISO 160), debido a la poca sensibilidad de la película Chas dispara con trípode a velocidades lentas (según él, a 1/2 f/5.6), esto requiere que la modelo se esté quieta durante el disparo, y, bueno, hay posturas en las que lo de estarse quieta durante medio segundo no es tarea fácil.

Chas Ray vive en Columbia, Ohio, y empezó a hacer Street Photography, pero al parecer esa zona donde él vive es bastante insulsa y no le motivaba lo suficiente, así que con el tiempo empezó a hacer fotos de chicas y se le ocurrió este tema, gran idea my friend, utilizar un motel de carretera como marco, o como hilo narrativo para hacer las fotos que quería, de chicas en posturas sugerentes... o quizás lo del motel fuera solo una buena excusa (para hacer las fotos).

La estética es muy cincuentera, pero él asegura que todo es contemporáneo (hablamos de 1995-1998), eso sí, los moteles están escogidos con pinzas y él añade algo de atrezzo que, parece que no, crea un buen ambiente. Un paquete de cigarrillos Pall Mall, un vaso chato de whisky con hielos, una moqueta llamativa; elige sus habitaciones por los colores, esos colores que mantienen algunos moteles desde hace treinta años; verdes, rojos, cremas, alberos oscuros, todos juntos crean el ambiente adecuado, y aunque los planos son bastante cerrados siempre hay algún elemento que invade el encuadre y que da cariz a la narrativa de la habitación. Nada es premeditado, este tío lo tiene todo bajo control y es muy meticuloso.

¿Habrá visto Helmut Newton este trabajo? No lo juraría, porque parece ser que Chas Ray era bastante desconocido, hasta que una revista se interesó por este trabajo y lo quiso publicar, después de eso su fama empezó a crecer en los EE.UU., hasta que se hizo amigo de Eric Kroll y éste le presentó a Benedikt Taschen, que se interesó por él y publicó este libro.

Hay que decir que Chas Ray envió años antes su trabajo a Taschen y que le respondieron: "Ni se le ocurra enviar más trabajos". Toca un poco los webs que años más tarde sea él mismo el que te acepte el mismo trabajo que te rechazó, quizás ese tal Taschen no estuviera preparado para apreciar este tipo de trabajos y, con el tiempo, la experiencia (o los negocios) le hayan hecho cambiar de opinión.

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